Y LA MONTAÑA REVERDECE...
El último incendio de los cerros tutelares de Villa de Leyva fue de dimensiones catastróficas arrasando el fuego cientos de hectáreas de bosques y pastizales. Pero la naturaleza, superior a estos eventos ha comenzado su labor reconstructiva iniciando la repoblación del área afectada utilizando sus “sembradores” preferidos, el viento, los pájaros y los pequeños insectos polinizadores. En la actualidad podemos ver como el verde vida cubre nuevamente las calcinadas montañas.
Ayudando a esta regeneración espontánea, dos hermanos, el “Chinche” y Vicente López, han comenzado nuevamente su siembra de árboles en un espacio ubicado en el camino hacia “El Santo.”.
Poco a poco los pequeños árboles se asoman en el paisaje, recordándonos a todos que podemos ayudar a recuperar lo perdido. Y a las autoridades municipales, departamentales y nacionales, la necesidad de concretar los proyectos de reforestación tan prometidos.
El último incendio de los cerros tutelares de Villa de Leyva fue de dimensiones catastróficas arrasando el fuego cientos de hectáreas de bosques y pastizales. Pero la naturaleza, superior a estos eventos ha comenzado su labor reconstructiva iniciando la repoblación del área afectada utilizando sus “sembradores” preferidos, el viento, los pájaros y los pequeños insectos polinizadores. En la actualidad podemos ver como el verde vida cubre nuevamente las calcinadas montañas.Ayudando a esta regeneración espontánea, dos hermanos, el “Chinche” y Vicente López, han comenzado nuevamente su siembra de árboles en un espacio ubicado en el camino hacia “El Santo.”.
Poco a poco los pequeños árboles se asoman en el paisaje, recordándonos a todos que podemos ayudar a recuperar lo perdido. Y a las autoridades municipales, departamentales y nacionales, la necesidad de concretar los proyectos de reforestación tan prometidos.
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