LA PLAZA MAYOR: Decisiones democráticas
Las transformaciones de la Plaza Mayor durante los últimos cincuenta años han sido diversas y en la mayoría de los casos determinada por los gobernantes de turno sin la consulta a sus comunidades.
La primera de estas transformaciones radicales ocurrió en el año 1966 cuando el Sargento Parra, Alcalde por aquel entonces, decidió empedrar la Plaza Mayor y tumbar todos los árboles centenarios que existían en el centro y los alrededores de ésta. La empedrada fue una labor titánica que ocupó el tiempo libre de los pobladores de la Villa durante más de un año.
La Plaza empedrada se transformó en un símbolo de Villa de Leyva, por su inmensidad, grandeza y desolación, y coincidió en el tiempo con la apertura de la carretera que conduce a Tunja, iniciando el descubrimiento de la vocación turística de la Villa.
Con la llegada del turismo masivo, la Plaza Mayor se transformó en el parqueadero más grande de Colombia. Camiones, buses, busetas, carros y vehículos de todo tipo, durante décadas colmaron, contaminaron y afearon la Plaza Mayor de Villa de Leyva.
En el 2001 el Alcalde Carlos Betancourt recuperó parte de la Plaza con una medida que prohibía el acceso de vehículos a la mitad oriental de la Plaza. Esta decisión ocasionó gran controversia y algunos vecinos y comerciantes ubicados en el marco de la Plaza se sintieron afectados en sus intereses. Sin embargo el tiempo probó que en poco afectaba y sÍ mejoraba el ambiente y las ventas con esta medida.
Al tomar posesión el alcalde Alfredo Igua, decide despejar completamente la Plaza y para el efecto y de manera transitoria rodea la Plaza con una serie de elementos rocosos, burdamente tallados, pero que consiguen el control del espacio cerrado. Esta medida fue rechazada por muchas personas que alegaban que estos elementos rompían con el estilo arquitectónico de la Plaza, sin embargo se llevó a cabo por voluntad del alcalde. Durante su mandato las piedras son utilizadas por las personas como bancas primitivas para sentarse y descansar. Muchos pobladores encontraban allí algún lugar para poder disfrutar el espacio público, puesto que no existen en toda la Plaza ningún tipo de elementos muebles apropiados para el descanso ni la protección del sol.
Durante el mandato del actual Alcalde, Germán Sánchez, se aprueba en el Consejo la peatonalización de las calles 12 y 13 correspondientes a los costados norte y sur de la Plaza. Esta medida libera la presión del transito vehicular por los costados de la Plaza, dejando solamente la circulación vehicular por el costado occidental de la Plaza, no haciendo falta la presencia de los elementos rocosos. Por lo que la Administración procede al retiro de las piedras y es cuando suceden los hechos que ya conocemos.
Si observamos todo lo anterior nos damos cuenta que todas las medidas han sido las correctas y se encaminaban a despejar y recuperar el espacio público, en este caso nada menos que la Plaza Mayor de Villa de Leyva.
Lo que ha molestado a la ciudadanía es que en ninguno de los casos ha sido consultada, dando el acto público la apariencia de capricho personal antes que la conveniencia ambiental, arquitectónica y social de las medidas tomadas. Cuando se le pregunta a la gente lo que le molestó más del retiro de las piedras, la mayoría llamó la atención a la ausencia de bancas y de zonas de descanso en la Plaza.
Se revela que hay una percepción general de la necesidad de replantear el diseño y el uso del espacio público de la Plaza Mayor y una gran coincidencia en varios aspectos.
El primero de ellos es que sería conveniente colocar bancas alrededor de la Plaza de tal manera que sea disfrutada y descansada la contemplación del paisaje arquitectónico. También existe una gran acuerdo en cuanto a la recuperación de la presencia de árboles, tal como existían antes de ser empedrada la Plaza (ver mural del Maéstro Pérez Vargas). La mayoría coinciden en que la pila central tenga agua limpia y esté funcionando todo el tiempo. Algunos más lanzados imaginan el marco de la Plaza rodeado de terrazas como en todos los lugares turísticos del mundo.
Y en lo que todos coinciden, es en que cualquier decisión gubernamental que vaya a transformar en el futuro a la Plaza Mayor de Villa de Leyva, debe ser consultada a la ciudadanía y de paso con el Ministerio de Cultura, porque tenemos que recordar que Villa de Leyva es Patrimonio Nacional, lo que quiere decir que es patrimonio de todos los Colombianos.
TITANES DE LA MONTAÑA
La mejor enseñanza es el ejemplo. Y si siguiéramos nosotros el ejemplo de un grupo de jóvenes villaleyvanos, muy seguramente nuestro entorno cambiaría muy rápido para el bien de todos.
Hace nueve años un incendio de grandes proporciones destruyó casi completamente la cobertura vegetal de los cerros orientales de Villa de Leyva. Las llamas ayudadas por una ventisca súbita se desplazaron con una velocidad inusitada abrazando árboles, matorrales, pastos y toda la fauna existente, dejando calcinada la superficie de la montaña. Fue una tragedia ecológica sin precedentes.
Nada pudieron hacer los grandes esfuerzos que los bomberos, voluntarios y ejército nacional hicieron por mitigarla. La sequedad del terreno debido al intenso verano que por aquella época asolaba la región y las manos descuidadas de algún caminante fueron los detonantes de este pavoroso incendio que duró activo algo más de una semana y que ocupó las noticias del orden regional y nacional debido a su magnitud.
Aunque muchos atribuyeron su proliferación al descuido de la Administración de aquella época, la verdad fue otra; la combinación de los factores ambientales, época de sequía y los fuertes vientos que se desataron, hicieron que fuera imposible detener el avance del fuego. Todas las acciones humanas y técnicas disponibles fueron utilizadas. Hasta helicópteros especializados gestionados ante la presidencia participaron en las labores. No se escatimaron gastos ni recursos. Gracias a ello se pudo controlar el fuego sin que pasara al costado norte del macizo de Iguaque donde hubiera acabado con las privilegiadas fuentes de agua que surten los acueductos de toda la región.
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