DICIEMBRE 2011 - HUELLA, EL PERIÓDICO DE VILLA DE LEYVA


“La lealtad y la devoción hacen
al valiente. La valentía conduce
al espíritu de sacrificio. El
espíritu de sacrificio genera
confianza en el poder del amor.”
Morihei Ueshiba (1883 - 1969)
en “EL ARTE DE LA PAZ”  
                                  


PLANTÓN EN BOGOTA
El 23 de noviembre del presente año, entre las 11am y las 2pm, el Colectivo por la Defensa Integral del Valle de Saquencipá, en colaboración con Alcaldía Municipal de Villa de Leyva, protagonizó un plantón frente a las oficinas de Ecopetrol, para llamar la atención a la empresa respecto a la necesidad de reubicar el proyecto de construcción de una estación de almacenamiento y bombeo de nafta y otros combustibles sobre el río Sutamarchán, cuenca principal de la Provincia del Alto Ricaurte.  Este hecho  pondría en riesgo la sostenibilidad económica, ambiental, cultural y social del territorio. También afectaría el conjunto del patrimonio paleontológico, arqueológico, arquitectónico y paisajístico de la región; así como el desarrollo del  Anillo Turístico de los Dinosaurios. 

VILLA DE LEYVA FRENTE AL CAMBIO CLIMÁTICO
     En días pasados se conoció un estudio de la Naciones Unidas sobre el cambio climático producido por el calentamiento global. En éste estudio se elaboraron escenarios a futuro sobre los países que serían más impactados por los efectos negativos de este fenómeno que amenaza a la humanidad. Colombia clasificó entre los tres más afectados a nivel mundial.Esto representa que nuestro país deberá prepararse para afrontar las siguientes amenazas: inundaciones a gran escala permanentes y recurrentes de los valles aluviales, producidas por prolongados períodos de lluvias; seguidos de épocas de sequías debido a veranos largos e inclementes; aumento del nivel del mar por el derretimiento de los cascos polares, evento que afectará grandes territorios tanto en la costa Pacífica como en la del Caribe, obligando a la reubicación y desplazamiento de comunidades, pueblos y ciudades.
La agricultura será impactada por los cambios de la temperatura global y de los regimenes de lluvias; la red vial del país en consecuencia se verá amenazada constantemente por derrumbes y remociones en masa que bloquearán las vías y atentarán contra los pasajeros que se desplacen por las carreteras. Los páramos, fábricas de agua, se verán sometidos a cambios que producirán disminución de las fuentes y los caudales de agua con sus efectos sobre los acueductos y los sistemas de riego.
     El escenario, que parecería ser apocalíptico es real y esta muy cerca de nuestro entorno. Basta recordar los eventos sucedidos durante este año en el municipio de Villa de Leyva y sus alrededores. Debido a la saturación de los suelos en el invierno pasado (abril y mayo) se presentaron derrumbes recurrentes en las vías que comunican a Villa de Leyva con el resto del país tales como la vía a Tunja y la vía a Arcabuco;  inundaciones de la vía que conduce a Santa Sofía, producidas por el aumento del caudal del Río Sutamarchán, inundando de paso el valle aluvial del río superando la cota histórica. De la misma manera la quebrada San francisco y San Agustín  produjeron inundaciones en la zona urbana de Villa de Leyva.
     Todo lo anterior es solamente el principio y nos obliga a reflexionar seriamente en como podemos mitigar este fenómeno inevitable que compromete seriamente el futuro y la sostenibilidad de toda la Provincia del alto Ricaurte. Los alcaldes de los municipios que la componen deberán elaborar estrategias conjuntas que comprometan al departamento y la nación en los proyectos que sirvan para aminorar el impacto. En especial con obras en las vías de comunicación.
     Los Planes de Ordenamiento territorial deberán ajustarse a estas nuevas realidades evitando sobre todo la construcción de viviendas e infraestructura en zonas de probable inundación. Los programas de reforestación y conservación de las cuencas y micro-cuencas pasarán a ser prioridades fundamentales para evitar los males consecuentes. Finalmente, la cultura de la prevención y mitigación de riesgos deberá estar a la orden del día y los CLOPAD (Comités Locales de Prevención y Atención a Desastres) dejarán de ser organismos en el papel y asumir su responsabilidad histórica.




JACINTO FRANCO: El Fotógrafo del Pueblo
A la Izquierda Jacinto. Fotografia tomada por Fernando Botero.   A la derecha El padre Beremundo (q.e.p.d.)en paseo memorable Foto de Jacinto Franco
     En todo pueblo hay personajes que cumplen una función fundamental, la de ser la memoria gráfica de su generación. Ese personaje tan necesario en las celebraciones de la vida, que está presente en todos los acontecimientos y ritos sociales, culturales y hasta en la intimidad que representa un documento, es el fotógrafo.
     En Villa de Leyva, esa misión correspondió a Jacinto Franco, pintoresco y alegre ciudadano que tuvo la visión de convertirse en el testimonio de los últimos cuarenta años de su querida “tierrita”.
     Nacido y criado en la tradicional vereda de Capilla e hijo de Don Rafael Franco Miranda, acomodado campesino, Jacinto vivió sus primeros años cumpliendo su destino, laborando juiciosamente las parcelas de su progenitor. Sin embargo Jacinto siempre soñó con tierras lejanas. La oportunidad de cumplir sus sueños se dio cuando fue reclutado para presentar el servicio militar en el eje cafetero donde amplió su mundo y una vez terminado se residenció en la Capital. Allí gracias a un familiar se inicia en el arte de la fotografía callejera cuyo lema y slogan era “hemos tomado un instante de su vida y es para toda la vida”. Durante esa experiencia aprende  todo el proceso fotográfico, hecho que le permite independizarse y emprender un viaje que lo lleva a conocer Venezuela, México y algunos países de Centroamérica, armado solamente de valor, fe en si mismo y de su cámara.
     Al regreso vuelve a su querida Villa de Leyva y abre un local de fotógrafía donde en compañía de su esposa atiende a la numerosa clientela. En los fines de semana, acompañado de sus clásicos instrumentos, el caballo de madera, el sombrero de charro y el cartón con los corazones gigantes trabaja de sol a sol en la plaza mayor. Muchos fueron los eventos, fiestas y acontecimientos en los cuales su presencia fue indispensable. Muchas las caras y cuerpos que su cámara y lente captaron plasmándolas en negativos y papeles. Se puede decir sin equivocarse que más de tres generaciones de villaleyvanos reposan en los archivos de Jacinto. Con esta profesión crió a sus hijas y construyó su patrimonio.
     De la misma manera su “voyerismo” lo llevó a tomar fotos históricas como la que él denomina “la foto de su vida”. Ésta se dio por pura curiosidad cuando en su permanencia en Bogotá entró a un reconocido sitio nocturno donde encontró en juerga no muy santa a un Presidente de la República. Ni corto ni perezoso tomó algunas fotografías. Por supuesto los escoltas del presidente al darse cuenta lo detuvieron y le exigieron entregar su cámara. Para calmar sus ánimos le entregaron un cheque firmado por el presidente por $70.000, una suma grande en aquella época que le permitió reponer su cámara y vivir sin trabajar por dos años largos. Muchos secretos reposan en sus archivos los que guarda celosamente. Pero para Jacinto “son cosas de caballeros”.
     Y como toda alegre historia tiene un final, la de su profesión llegó con las cámaras digitales. Ya nadie solicita sus servicios, todos tienen una cámara digital y un computador donde verlas y guardarlas. El caballito de madera se lo robó algún coleccionista y el sombrero de charro se llenó de hongos y mordiscos de polillas. Mientras tanto su afición a coleccionar relojes y todo tipo de antigüedades le ha permitido continuar el camino de la vida, con el orgullo de haber sido el primer y el último fotógrafo “clásico” de su pueblo.


 ORLANDO FLÓREZ:  Arquitectura que se siente
    Nacido y criado en Ráquira, población vecina de Villa de Leyva, Orlando tuvo desde niño la posibilidad de contemplar y sentir el paisaje prodigioso del territorio ancestral. Tanto en su pueblo natal como en sus viajes a la Villa observó con asombro la belleza de las construcciones coloniales conservadas en el tiempo.
     Más adelante cuando le correspondió optar por su carrera universitaria se decidió por la arquitectura, con un sentimiento profundo de poder contribuir con su oficio a conservar la arquitectura patrimonial y a darle al ser humano bienestar, belleza y comodidad.
     Desde el comienzo en la universidad de los Andes donde realizó sus estudios, inició sus investigaciones en la arquitectura patrimonial histórica distinguiéndose entre sus compañeros por su dedicación y profundidad en el tema. Su tesis, que mereció la excelencia fue enfocada en el tema colonial, especialmente en la  recuperación y combinación de los materiales elementales como la piedra, la arcilla, la madera, el adobe, la caña brava y la cerámica, para conseguir un contexto paisajístico y  arquitectónico, cálido, armónico y funcional en convivencia perfecta con el medio ambiente.
     La teoría llevada a la práctica durante su desempeño profesional en Villa de Leyva, ha convertido su estilo en una “escuela” de la cual se alimentan muchos de los arquitectos de la región y es motivo de estudio en varias facultades. Algo más de 140 edificaciones construidas en los 22 años que lleva en el municipio, testimonian la aceptación, confiabilidad y excelencia de su trabajo.
     Conciente de la humanización de la arquitectura, sus clientes encuentran en sus obras la personalización y los elementos constituyentes a su propia escala, cumpliendo una función estética y funcional. Uno de sus “secretos” es que aplica en el conjunto del diseño los conceptos del Fen Shui, milenaria ciencia originaria de la China, donde los elementos agua, aire, fuego y tierra se mezclan y entrelazan proporcional y armónicamente para dar salud al alma y al cuerpo. El resultado es una “arquitectura que se siente”, un sentir arquitectónico que hace la diferencia.
     A sus recién cumplidos 50 años Orlando mira el pasado con la satisfacción del deber cumplido, el presente como  la realización de sus sueños y el futuro como el fruto de un oficio hecho con amor, conocimiento y responsabilidad.

TARTAS Y TORTAS DE LA VILLA
Un sueño dulce hecho  realidad
     Cuando hace algo más de tres años, Fernando Cordovez y Maria Claudia Londoño se “encontraron” en un curso de crecimiento personal, donde Fernando era uno de los conferencistas, juntos tuvieron un sueño en común, vivir en Villa de Leyva.
     Y diciendo y haciendo emprendieron su camino hacia su nuevo destino. Después de disfrutar los mágicos y encantadores rincones de la bella villa y convencidos de que éste era el lugar apropiado para su proyecto de vida, planearon la implementación de una pastelería.
Esta decisión no era improvisada, pues Maria Claudia (a pesar de ser Abogada), su verdadera pasión es la pastelería. Por ello durante su pasada estadía en Estados Unidos ( se dedicó a estudiar y realizar cursos de esta ciencia culinaria. A su regreso a Colombia tuvo la oportunidad de estudiar en la famosa Academia Mariano Moreno donde perfeccionó el arte de la pastelería de la mano de los grandes expertos internacionales en el tema. En el caso de Fernando, hombre polifacético y de mundo experto en relaciones humanas y solución de conflictos, ha encontrado en la pastelería un oficio delicioso que le permite la cercanía permanente de Claudia y a la par esa libertad que se consigue bajo los cielos azules de Villa de Leyva.
     En la actualidad Tartas y Tortas de la Villa, se ha posicionado como un lugar donde los paladares exquisitos encuentran toda una variedad de tortas y postres que se acompañan con el “mejor café de la Villa”.
     El secreto de su éxito tiene como siempre razones de peso. Los insumos con los cuales son elaborados los productos son naturales y  de origen “casero”; preparados  con  esmero, con productos naturales de alta calidad cuidadosamente seleccionados. El conocimiento y experiencia de Claudia y la imaginación de Fernando, hacen posible la creación de nuevos y auténticos productos que enriquecen la variada carta. Dentro de esta categoría se encuentran delicias como el Cheese Cake de Brownie; el dietético de durazno y Agua de Azahar; la Torta de la Villa rellena de limón y jengibre; la Torta de Ángeles, el bizcochuelo relleno de crema de Tiramizú y los sufles de fruta, entre otros igualmente exóticos.
     Después de dos años de trabajo y constancia, Tartas y Tortas de la Villa se traslada al marco occidental de la Plaza Principal de Villa de Leyva al lado del hotel Plaza Mayor, a un cómodo local con una excelente vista. Su perfil, un Salón de Onces con Galería de Arte, dotado de servicio Wi-fi, propio para eventos y reuniones especiales, donde su yá conquistada clientela y los nuevos visitantes, podrán disfrutar de las delicias de la carta y de la dulce y calurosa atención de Claudia y Fernando. 

TOGUÍ:  Tesoro ecoturístico
     Hay lugares que por circunstancias muy especiales tienen la virtud de haberse conservado en el tiempo y  que gracias a ello nos guardan sus tesoros para disfrutarlos hoy en la entrada del tercer milenio. 
     Así como Villa de Leyva nos guardó la joya de su arquitectura colonial, Toguí guardó para nosotros y para el mundo, la joya preciosa de su naturaleza.
Ubicado en la Provincia del Bajo Ricaurte, a solo unos pocos kilómetros de Moniquirá y de Arcabuco y a solo siete kilómetros de la vía principal que une a estas dos ciudades,  se encuentra el pequeño y colorido pueblito.
     Una vez entramos a sus calles sentimos esa paz y armonía de una comunidad pacífica y tranquila. Los niños corren por el parque principal llevando sus instrumentos musicales, el olor de las panaderías invade el ambiente y el parque lleno de árboles frondosos y plantas de diversas flores que adornan los senderos. En las bancas, en plácida conversación las risas se escuchan. De vez en cuando un carro irrumpe por las calles y al alejase, nuevamente el rumor de la actividad local, el repique de las campanas llamando a misa y el de los cascos de los caballos contra el pavimento.
     En los alrededores el verde de diversos tonos. Las parcelas de caña de azúcar, los cafetales, los frutales y los abigarrados bosques de un verde intenso. El rumor del agua es la música de fondo, en toda su extensión el municipio es atravesado por caudalosos y transparentes ríos que bajan de la cordillera distante. Los cantos de los pájaros y las mariposas multicolores son la permanente compañía cuando el visitante se aventura en los caminos reales que como venas y arterias atraviesan el ondulado territorio.
     El olor de la guayaba y de la miel de la caña, la temperatura cálida sin el exceso invitan a explorar, descubrir las muchas cascadas y los pozos calmados y profundos que brillan entre la arbolada mientras a lo lejos se observan los acuciosos campesinos dirigiendo las recuas de mulas. Para los aventureros, el fragor de las cascadas, los cañones de rocas que bordean  furiosas corrientes, selvas milenarias y páramos inexplorados. En las casas las delicias de la dieta campesina, el guarapo y el masato, la carne oreada y la gallina criolla, la yuca, el plátano asado en el rescoldo de los fogones de leña.
     En la actualidad Toguí comienza a abrir tímidamente sus puertas al turismo. Algunos líderes visionarios como Don Saúl Camacho inician los primeros pasos en esa lenta tarea. No se tiene afán puesto que no se quiere el turismo masivo y contaminante, se quiere llamar a los amantes de la naturaleza a los espíritus contemplativos y sensibles. A los científicos que contribuyan a la conservación de la biodiversidad, ese regalo precioso con que fue dotado este tesoro de Boyacá.
Informes: Saúl Camacho 
Cel: 3108821078 Hacienda Los Lagos

  ISLA NEGRA… el arte de la forja
     El chileno Cesar Vázquez llegó a Isla Negra exiliado junto con Pablo Neruda en tiempos de la dictadura de Pinochet. Posteriormente viajó a Colombia y se radicó en Cajicá a las afueras de Bogotá, donde se dedicó a trabajar en lo que era, un Maestro en la forja del hierro colocándole e su taller el nombre de la Isla de su exilio.
     Por aquel entonces Milton Ospina lo conoció y fue iniciado por el Maestro en los secretos del antiguo arte de la forja en hierro. Al morir su Maestro, le compra los derechos del nombre del taller a su hijo y se dedica a combinar el conocimiento adquirido en sus estudios de Arquitectura de Interiores con la escultura y la forja utilitaria.
     En el año 2.000 se traslada a Villa de Leyva instalando el taller en su casa y trabajando a puerta cerrada para algunos arquitectos amigos. Para Milton la forja, más que un trabajo es su pasión. Él encuentra en el áspero hierro un material, que al fundirse se torna dócil y maleable permitiéndole dar todo tipo de formas y dimensiones. Entonces el arte-hierro llega a los espacios humanos en forma de escaleras, muebles, puertas, lámparas y todo tipo de necesidades para la comodidad humana, dándole un toque de fortaleza, encanto y durabilidad en el tiempo. En la actualidad, la arquitectura contemporánea, especialmente la neo-colonial que se construye en Villa de Leyva no puede prescindir de elementos en que el hierro hecho arte esté presente, y de Milton, un maestro de la forja. 
Milton Ospina Cel: 321 2249688 - 313 8583451


CALENTADORES SOLARES
Una solución rentable y amable con la naturaleza
     La mejor forma de contribuir con la solución de la problemática del calentamiento global es la utilización de energías “limpias” y entre todas ellas la mejor y más rentable es la energía solar. Colombia es gracias a su latitud el sitio ideal para la utilización de ésta alternativa ya que disponemos de una enorme cantidad de horas sol durante todos los días del año.
     Los calentadores de agua solares, transforman la energía solar en energía térmica en los colectores, para posteriormente almacenar el agua caliente en un termo-tanque que conserva su temperatura para nuestro uso diario. Debido a la sensibilidad de los colectores, salga o no el sol abiertamente en el día, el calentador está trabajando para mantener el agua caliente requerida para el uso doméstico.
     Cuentan estos equipos con una larga vida útil, son de sencilla instalación, silenciosos, seguros y de fácil mantenimiento. En dos años se ha amortizado su costo y se tendrá toda una vida para disfrutarlo. Los hay disponibles de 100 y 300 litros, sin presurización o presurizados. No lo piense más y únase a los que aman y cuidan nuestro  planeta Tierra.  
Punto de exposición y ventas Patio de Van Gogh, 70 metros arriba de la esquina nororiental de la Plaza Principal.
Cel: 3203811715  

A UN BESO DE DISTANCIA 
      El mundo moderno ha desnaturalizado las formas básicas de relacionarnos con los recién nacidos debilitando su desarrollo. Por eso ahora la Psicología promueve la CRIANZA NATURAL, un método acorde a la condición humana que genera individuos plenos, afectivos y equilibrados.
     Todo comienza con el contacto directo, cercano y afectivo del bebé con la madre de una manera cálida y amable en la cual la mirada, la protección y la buena postura propician un buen desarrollo neuronal, de la columna vertebral y de la cadera de los pequeños.
     Para ello existe una línea de cargadores para bebés, que les permiten ser llevados en una postura natural, la “ranita”, evitando los problemas de los cargadores convencionales; donde el peso del bebe recae en los genitales, afecta las caderas y genera una curva indebida de la columna que puede ocasionar dolores y problemas de estatura en el pequeno. 
     Los portabebés ABRAZARTE permiten un contacto y comunicación estrecha entre madre e hijo, propician seguridad, buena postura y abrigo; permiten  amamantar de manera sencilla y discreta y para los padres son  comodos porque se reparte el peso del bebe en el torso. Adaptables en la medida del crecimiento del bebe, son recomendables para para mantener la postura correcta de la cadera  y para el mejoramiento de displasia de cadera. Recomendado por los ortopedistas  para los dolores de espalda de madres y padres.
     Mejores seres humanos se forman desde el primer día, a un beso de distancia.

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