Editorial

CRISIS Y OPORTUNIDAD
Por GUILLERMO TORRES M.

De todos es bien conocido que el mundo está atravesando una crisis económica sin precedentes. Pero la pregunta es si ésta nos tocará a nosotros, los que habitamos en Villa de Leyva. Y la respuesta es sí, si nos está tocando y sí nos tocará más a fondo. Por lo que nos corresponde prepararnos para afrontarla.
En días pasados fue publicada una juiciosa encuesta elaborada por la firma de investigación de mercado Yanhass de gran prestigio nacional e internacional, en la que hacía una pregunta sobre las medidas que los consumidores en general iban a tomar para “capotear” la crisis económica. Y la respuesta fue la siguiente: No salir de vacaciones 56%; No comprar ropa cara 48%; Comer menos fuera de la casa 47%; Salir menos a bares 42%.
Si leemos con atención podemos deducir que justamente los consumidores colombianos tienen como estrategia ante la crisis, dejar de consumir lo que nosotros ofrecemos: turismo, oferta gastronómica y rumba. Y si las encuestas sirven de algo, que ésta nos sirva para despertarnos y prepararnos para afrontar la inobjetable realidad.
Dicen todos los manuales de desarrollo humano que las crisis conducen a dos escenarios. Uno, al caos y la disolución, si llevados por las circunstancias adversas nos dejamos arrollar por la situación. Y otro muy diferente si aprovechamos la crisis para corregir y mejorar nuestras debilidades. De hecho los grandes hombres y los grandes países han sabido superponerse a sus crisis en provecho propio y transformar el fracaso en éxito.
Toda crisis en primer lugar amerita un análisis serio y profundo en el cual nos tenemos que mirar a fondo y con toda sinceridad, para después encontrar soluciones que nos permitan defendernos de ella y en el mejor de los casos utilizarla para nuestro crecimiento y mejoramiento.
En el caso de nuestro municipio que depende en su gran mayoría del turismo, es necesario analizar si los servicios y ofertas turísticas corresponden a las necesidades de los clientes ya que en ello radica la capacidad competitiva. Esto es importante por que a la hora de recortes en los gastos suntuarios como lo indica claramente la encuesta, los turistas tendrán para elegir una infinidad de propuestas, donde la calidad y el precio tienen la palabra.
Y es allí donde debemos preguntarnos si nuestra oferta es consecuente con el precio y calidad que estamos dando. Aquí hay mucha tela de donde cortar. Muchos son los comentarios que nos critican después de visitarnos, con sus honrosas excepciones. Precios altos, mala calidad, mala atención al público, falta de control a los precios son las críticas que generalmente nos hacen en un blogg recientemente inaugurado por la página web villadeleyva.com.co.
Si pasando el trago amargo de la crítica en contra, nos detenemos y nos observamos, seguramente encontraremos muchas razones para justificarla. Cuántos “hoteles” sin la infraestructura y el servicio adecuado cobran tarifas que no corresponden a su realidad. Cuántos “restaurantes” asombran con sus precios, equivalentes a los más sofisticados restaurantes de la capital, cuando lejanamente corresponden a la calidad y servicio de éstos.
Cuántas malas caras y desaires a los clientes, en fin, para no extendernos ni ofendernos, son muchos los defectos de los que adolece nuestra oferta turística.
Seamos sinceros, aunque existen muchos establecimientos que son excelentes, tienen precios consecuentes a su producto y son de muy buena calidad, también son muchos los que adolecen de todo ello y de manera evidente.
En esta crisis se va a sentir, si es que no lo estamos sintiendo ya con la disminución indudable del turismo. Los mejores sobreviven y los mediocres y deficientes se extinguen, porque así funciona la naturaleza del comercio universal. Por lo que queramos o no, tenemos que afrontar nuestras debilidades y transformarlas en fortalezas.
Cuando se rompe la burbuja sólo nos queda tomar medidas de choque. Racionalización de los precios, mejoramiento de la calidad, mejoramiento en la atención al cliente, promociones y descuentos especiales, son las medicinas recomendadas por los especialistas en estos casos y nosotros no nos escapamos a ellas.
Y si bien es cierto todo lo anterior es posible, nada se logrará en esta crisis si no la “capoteamos” juntos. Todos los pueblos al igual que las naciones, por desgracia tienen que pasar por grandes pruebas y sufrimientos para llegar a unirse y salir adelante. Por lo que podríamos pensar que ha llegado la hora de crear un frente común para salir exitosos de esta crisis planetaria.
En primer lugar la Administración. La eficiencia y gestión de la Oficina de Turismo en estos momentos es imprescindible y de su liderazgo dependemos todos. Por lo que obliga a que su director o directora tengan la experiencia e idoneidad requerida para estas especiales circunstancias. Paradójicamente en este momento cuando se cierra esta edición el cargo se encuentra en interinidad, circunstancia que favorece si se tienen en cuenta estas apreciaciones.
En segundo lugar los comerciantes. Este grupo de personas que son los propietarios de los negocios son fundamentales puesto que a ellos les corresponde hacer las correcciones del caso y crear estrategias de mercadeo acordes al momento. Precios justos, ofertas, descuentos, promociones, amabilidad y mucha creatividad son los elementos básicos para optimizar su portafolio de servicios turísticos.
En tercer lugar los pobladores. Cada uno de nosotros tenemos que transformarnos en un promotor de Villa de Leyva. Con nuestros familiares, con nuestros amigos, con los conocidos y desconocidos, tenemos que llamar la atención a que nos visiten, a que vengan a disfrutar de “nuestro” paraíso. Además con nuestro comportamiento ciudadano, contestando amablemente a las preguntas de los turistas, dando buenas indicaciones, en fin, sintiéndonos parte de un todo villaleyvano.
Y recordemos que la unión hace la fuerza y que si bien es cierto la crisis económica es un hecho, también es un hecho que un pueblo unido jamás será vencido.

HABLA Y TE DIRÉ QUIÉN ERES

Por SONIA PATRICIA CASTELLANOS JIMENEZ

"El ser humano tarda dos años en aprender a hablar y toda una vida para aprender a callar."

Se conoce a una persona por lo que habla. Como habla de otro, así puede hablar de quien le escucha. Cada quien se deja ver por lo que dice. Si una persona habla con respeto, si es prudente y habla la verdad, si se expresa con sentido crítico proactivo o con reconocimiento sincero sobre los demás generará confianza y atraerá respeto. Si por el contrario habla de los otros sin conocimiento de causa, con ligereza y prejuicio o con malignidad o inquina, estará sembrando desconfianza sobre sí misma, su criterio y su actuar.
En ámbitos familiares, laborales, sociales, comunitarios y políticos, circulan rumores como una tendencia natural al desahogo de tensiones, suposiciones y curiosidad; pero al mismo tiempo, circulan deliberadamente chismes y calumnias para demeritar, atacar o generar oposición en favor propio y detrimento del sujeto atacado y lo que éste representa.
Todos los individuos de una sociedad deben saber que la injuria y la calumnia son delitos juzgados y penalizados por la ley ya que atacan directamente el derecho a la honra y al buen nombre, derechos contemplados no solamente por las leyes nacionales sino americanas y mundiales. Quien es objeto de este ataque legalmente puede denunciar y exigir la reparación de los daños que le fueren ocasionados.
Villa de Leyva, así como las comunidades, los pueblos, las ciudades del país y del mundo atraviesan problemas muy graves sociales, económicos y ambientales y ante tales situaciones se requiere con urgencia reconstruir el tejido social, hacer de la solidaridad, el bien común y el respeto mutuo un hábito y ejemplo para orientar la dirección hacia el bienestar humano y de la naturaleza.
Teniendo en cuenta el poder de la palabra (y así mismo el de la escucha) unámonos en favor del respeto a la honra de todo ciudadano, opongámonos al chisme y la calumnia y ocupemos nuestra palabra y obra en construir diálogo, acuerdo, tolerancia y bienestar para el logro de una sociedad en la que sus individuos puedan sentirse acogidos, partícipes, unidos y RESPETADOS.

CONSTITUCION POLITICA DE COLOMBIA
- Artículo 15. Todas las personas tienen derecho a su intimidad personal y familiar y a su buen nombre, y el Estado debe respetarlos y hacerlos respetar.
- Artículo 21. Se garantiza el derecho a la honra. La Ley señalará la forma de su protección.

CODIGO PENAL DE COLOMBIA
DELITOS CONTRA LA INTEGRIDAD MORAL
- Artículo 220. Injuria. El que haga a otra persona imputaciones deshonrosas, incurrirá en prisión de uno (1) a tres (3) años y multa de diez (10) a mil (1000) salarios mínimos legales mensuales vigentes.
- Artículo 221. Calumnia. El que impute falsamente a otro una conducta típica, incurrirá en prisión de uno (1) a cuatro (4) años y multa de diez a mil (1000) salarios mínimos legales mensuales vigentes.
- Artículo 222. Injuria y calumnia indirectas. A las penas previstas en los artículos anteriores quedará sometido quien publicare, reprodujere, repitiere injuria o calumnia imputada por otro, o quien haga la imputación de modo impersonal o con las expresiones “se dice”, “se asegura” u otra semejante.

DECLARACIÓN AMERICANA DE DERECHOS Y DEBERES DEL HOMBRE
(OEA, Comisión Interamericana de Derechos Humanos )
- Artículo V. Toda persona tiene derecho a la protección de la Ley contra los ataques abusivos a su honra, a su reputación y a su vida privada y familiar.

PACTO INTERNACIONAL DE DERECHOS CIVILES Y POLÍTICOS
(ONU, Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos)
- Artículo 17. No.1-. Nadie será objeto de injerencias arbitrarias o ilegales en su vida privada, su familia, su domicilio o su correspondencia, ni de ataques ilegales a su honra y reputación.
- No.2- Toda persona tiene derecho a la protección de la ley contra esas injerencias o esos ataques.
- Artículo 14. No.2. Toda persona acusada de un delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad conforme a la ley.

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